Las fotos de niños en ocasiones son algo complicado. Hay veces que no se conecta con ellos de primeras y hay que darles margen, un poco de espacio. Con India nos paso algo muy curioso, de primeras parecía que todo marchaba perfectamente, que se hacia sin problemas a estar en el estudio entre nosotros y nuestros fondos, pero a medida que se fue desarrollando la sesión nos dimos cuenta de que no estaba cómoda. Rompió a llorar y no había manera de consolarle, cuando esto pasa lo mejor es parar, ayudar a los padres y a nosotros mismos y pedirles que vuelvan en otro momento.
La segunda vez que vimos a este bombón todo cambió, propusimos la idea de hacerle la sesión de fotos en exteriores para que ella estuviera más entretenida y distraída con el entorno, fue todo un éxito. Nos buscamos una ubicación muy compleja y alejada de nuestro estudio, lo importante es la niña.
Como fotógrafo hacer fotos de niños es algo que nos encanta y si conseguimos que los papás se involucren en ello es aún más divertido. Se trata de una disciplina en la que hay que tener muchísimas paciencia, te tienen que gustar los niños, ¡qué digo gustar! ¡¡Te tienen que encantar!! porque si no es posible que tu paciencia se agote y te pongan al límite.
Muchas gracias por dejarnos conocer a India, una niña preciosa que nos ha encandilado desde que la vimos por primera vez. Espero que sea la primera de vez de muchas y que sigamos viendo como crece año tras año.
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