Soy muy fan de hacer fotos de bodas, aún recuerdo cuando Diana y Javier me escogieron para que fuese su fotógrafo de bodas.
A lo largo de estos años he tenido el placer de hacer las fotos en las bodas de sus primas. Concretamente a tres de ellas. Gracias a estas bodas Diana y Javier pudieron conocer mi trabajo, se interesaron por el desde el primer día y por ello me escogieron.
Nuestros protagonistas me dieron carta blanca desde el primer momento. Lo que ellos buscaban era un reportaje de boda con el que pudiésemos crear un recuerdo perfecto. Que les quedará de por vida y que sin duda harán que no olviden nada de su gran día.
Esta preciosa pareja se dio el «si quiero» en la Catedral de Santander. La ceremonia fue muy linda, acompañados de todos sus familiares y amigos, que les arroparon en todo momento. Tras la ceremonia pasamos a realizar unas cuantas fotografías por las calles del centro de Santander, para finalmente ir al restaurante en el que la pareja celebró su convite nupcial.
El restaurante escogido fue el Gran Casino del Sardinero. Uno de los restaurantes de nuestra ciudad en el que hemos tenido el gusto de trabajar bastantes veces. Un gran cóctel, un montón de risas con los invitados y una cena genial fue brindada por el equipo del emblemático restaurante Santanderino.
Cuando haces lo que te gusta, y pones pasión en ello, todo suele salir bien. En todo momento me dejaron claro lo que buscaban en mis fotos de bodas. Momentos únicos, captar fotografías que no se pudieran repetir. Emoción, miradas, sentimientos… cosas que para ellos pasasen desapercibidas ese día, pero ellos le dan mucho valor.
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