Cuando pensamos en «fotos comunión» siempre nos vamos a un tipo de fotos comunión clásicas, dónde aparecen los niños con las manos como si estuvieran rezando o en fotografías de estudio con una paloma entre las manos. Nosotros tratamos de darle una vuelta de rosca a la tuerca. ¿Por que no hacer algo que sea un poco diferente? Las fotos de comunión, son un momento único en la vida de vuestros hijos/as.
Cuando los padres se ponen en contacto con nosotros y nos hablan de como quieren que sean los reportajes de comunión de sus hijos siempre nos expresan la intención de salirse de la norma, quieren un recuerdo bonito, algo «chulo» que cuando sus hijos lo vean dentro de quince años no piensen «que mal me lo pase haciendo mis fotos de comunión». Esto ha calado muy hondo en nosotros, nos hemos dado cuenta que somos muchos quienes vemos nuestras fotografías de comunión y o bien nos da vergüenza, o no nos gustan.
Mario es uno de esos niños a los que la fotografía típica no le va mucho. Ya nos conocíamos, sabemos como son tanto el como su hermana. Creemos que la mejor forma de trabajar con estos pequeños modelos es tratar de conectar, por suerte con Mario y Carla (su hermana) así lo hemos hecho.
Para hacer sus fotos de comunión nos hemos dado un paseo por las calles de Santander, con esto hemos logrado sacar unas fotografías un poco más urbanas y hemos creado un recuerdo para el y sus padres que dudamos que puedan olvidar.
Es muy placentero cuando unos padres te dicen «Marcos, lo que tu veas, nosotros dejamos que hagas lo que consideres». Es estupendo trabajar con unos niños tan bien educados, pero es aún mejor cuando sus padres se implican a la hora de hacer un reportaje de comunión como el de Mario.
Desde aquí os damos las gracias por traernos una vez más a estos dos pequeños modelazos y seguro que la comunión de Mario sale de maravilla.
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