La boda de Sara y Yamandú en la Finca San Juan de Cantabria fue, sin duda alguna, uno de esos enlaces que todos los fotógrafos de bodas en Cantabria quieren retratar. Desde que llegué al lugar, me sentí inspirado por la belleza natural que rodeaba la finca. Las montañas verdes y el aire fresco del campo creaban un ambiente de ensueño, perfecto para una celebración tan especial. Ni la lluvia pudo empañar una celebración como la que tenían preparada.

Todo estaba preparado cuando llegué, y la atmósfera estaba llena de risas y nervios. Sara, radiante en su vestido blanco de Pronovias y con un maquillaje y peluquería de Paloma Baena, del brazo de su padre compartían anécdotas y momentos de complicidad. Yamandú, por su parte, se preparaba recibiendo a todos los invitados con un traje increíble de Silbon Moda, creando un ambiente relajado y divertido. Capturar esos instantes íntimos fue un placer; cada risa, cada mirada cómplice, contaba una historia.

La ceremonia tuvo lugar en la carpa del maravilloso jardín, donde la naturaleza jugó un papel protagónico. Con el sonido de los pájaros como música de fondo, Sara y Yamandú intercambiaron sus votos. Vi las lágrimas de alegría en los ojos de los padres, y los abrazos emocionados de los amigos, todo enmarcado en un entorno que parecía sacado de un cuento. Como fotógrafo de bodas en Cantabria, momentos así son los que me motivan y me ponen los pelos de punta.

Después de la ceremonia, los recién casados tuvieron su sesión de fotografía conmigo.  Fue un honor seguirles mientras exploraban la finca. Capturé a Sara riendo mientras de forma tímida se dejaba fotografiar, y a Yamandú mirándola con admiración, como si el mundo se detuviera y solo existieran ellos dos durante esos breves quince minutos. Estas son las imágenes que, como fotógrafo de bodas en Cantabria, deseo captar con mi cámara.

El coctel fue un festín de sabores locales, y el ambiente se volvió aún más vibrante. Todo amenizado por la música del saxofón de mano de Tsax Eventos Musicales.