Como fotógrafo de bodas en Cantabria he pasado un año 2020 de cancelaciones y aplazamiento de bodas.
María y Juan son una de esas parejas que debieron darse el «si quiero» el año pasado, más concretamente el 20 de junio de 2020, con motivo de la pandemia decidieron aplazar su enlace para el año siguiente, 2021. Tuvieron claro que este era su año, y que su boda se celebraría como se pudiera, ya que no deseaban seguir aplazando y aplazando con la esperanza de un día poder hacer una boda «normal».
Casi un año después de su fecha original pudieron celebrar su boda, eso si con alguna que otra restricción. La experiencia con ellos ha sido increíble, desde el primer momento me trasmitieron su confianza y su alegría porque fuera yo quien estuviera detrás de la cámara para poder hacer todas las fotografías de su boda. Pese al cambio de fecha y las medidas contra el COVID (mesas burbuja, distancia social, uso de mascarilla en interiores…) han sabido adaptarse y hacer una boda muy emotiva y divertida.
Debo decir que es muy agradable poder volver a celebrar el amor con parejas que son capaces de cambiar el «Chip» y atreverse a realizar su boda de una manera diferente y acorde a los tiempos que estamos viviendo. Ellos son el claro ejemplo de «querer es poder».
Desde aquí os quiero dar las gracias. Gracias por haber sido tan empáticos desde el primer momento, por luchar por un sueño que finalmente se ha visto cumplido y por dejarnos ser testigos del amor que sentís el uno por el otro.
Ser fotógrafo de bodas en Cantabria es mucho mejor con parejas como vosotros.
SED MUY MUY FELICES.
Muchas gracias por confiar en mí para hacer las fotografías de vuestra boda, sois una pareja única de la que siempre guardaré un recuerdo INSUPERABLE.
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