La jornada comenzó con una íntima ceremonia familiar cargada de emociones, donde cada gesto de amor y complicidad quedó capturado en mis fotografías. La mirada emocionada de los padres de ambos, los abrazos llenos de afecto de los amigos más cercanos y los momentos de nervios previos a la ceremonia son solo algunos ejemplos de los momentos emotivos que capturé. Cada fotografía narraba una historia de conexión profunda y alegría compartida.

La segunda ceremonia, más festiva y acompañada de amigos, fue una explosión de alegría y celebración. Los invitados compartieron risas contagiosas, brindaron por la felicidad de los recién casados ​​y bailaron al ritmo de la música local en un ambiente lleno de energía positiva. Capturar el primer beso de Cristina y José como esposos bajo la cálida luz del Nuevo Molino fue un momento particularmente especial. La felicidad radiante en sus rostros y la emoción palpable en el aire crearon imágenes que capturaron la esencia misma del amor y la celebración.

El entorno natural del Nuevo Molino de Puente Arce ofreció el escenario ideal para esta celebración única. El banquete perfectamente decorado con flores locales y motivos musicales, destacó la belleza de Cantabria. La gastronomía tradicional cántabra deleitó a los invitados, con platos que celebraban los sabores auténticos de la región. La música en vivo proporcionó el ambiente perfecto, llenando el espacio con melodías que animaron la velada y animaron a todos a unirse en la celebración.