Como fotógrafo de bodas en Santander (Cantabria) es todo un reto para mí poder salir de mi zona de confort para realizar reportajes de bodas.
Nuestra historia de hoy gira alrededor de Magdalena (a quien llamaremos Magy) e Iván. No se me podrá olvidar nunca el día que Iván se presento en el estudio para preguntarnos por los reportajes de boda, vino el solo debido a que viven en ciudades diferentes.
«Estamos buscando un fotógrafo de bodas en Santander que sea diferente», esas son las palabras que calaron hondo en nuestra cabeza. ¿A qué se refería con «diferente»? Pues básicamente a lo que cada vez más parejas nos piden, posar lo menos posible y que su boda se cuente de una forma documental en las fotografías. Siempre que una pareja nos pide trabajar de una forma mas espontánea nos cautivan, es la mejor manera de poder retratar su día. Esto nos permite captar las emociones, siempre están a flor de piel en un día tan importante para dos personas que deciden unirse.
Su boda se desarrollo en un pequeño restaurante de Cantabria llamado Laisla, un paraje precioso en el que disfrutamos tanto de ceremonia como del convite, con ello consiguieron no tener que mover a sus invitados. Tanto ellos como nosotros lo agradecimos para poder hacer muchísimas mas fotografías sin perdernos ni un solo momento.
Sabíamos que su enlace iba a ser muy emotivo, cargado de «momentazos» por las personas que querían dedicar unas palabras a nuestros protagonistas. Fue una auténtica suerte, ya que no nos defraudaron y nos regalaron grandes fotografías para el recuerdo.
Fue ese mismo día, durante el breve momento de posado, cuando nos comentaron la idea que tenían de ir a Paris a realizarse la sesión de post boda. La verdad es que no pudimos ponernos mas contentos, ya son varias ciudades las que hemos visitado gracias a nuestro trabajo pero Paris no era una de ellas. Gracias a ellos Cantabria y Paris están hoy mucho más cerca y unidos.
Si tuviésemos que escoger creo que la fotografía documental sería mi elección, dejar que la boda fluya frente a nosotros e intentar pasar desapercibido entre la gente. Tratar de hacer sentir a todo el mundo muy cómodo y conseguir así que cada uno de los invitados disfruten tanto de la boda como de la presencia del fotógrafo.
Muchas gracias Magy e Iván por querer que fuese vuestro fotógrafo de boda. Es una maravilla poder hacer lo que me gusta con personas como vosotros, estoy deseando que nuestros caminos se vuelvan a cruzar y que este pequeño post os guste tanto como a mí formar parte de vuestra historia.
Desde aquí os queremos desear la mayor de las felicidades.
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